Ingredientes :
180 g de harina
40 g de cacao en polvo parcialmente desgrasado
1/2 cucharadita de levadura química
125 g de albaricoques secas esopnjosos y tiernos, cortados en pequeños trocitos.
165 g de azúcar (1)
140 g de pasta de almendra cortado en pequeños trocitos (1)
4 huevos grandes a temperatura ambiente
150 ml de leche entera a temperatura ambiente
70 g de chocolate negro amargo cortado en trocitos pequeños
55 g de jengibre confitados
180 g de mantequilla fundida y enfriada (2)
1.- Precalentar el horno a 180º.
Untar un molde de tarta de 28 cm de longitud y colocarlo sobre una placa de repostería gruesa, y si no disponemos de ella, colocar el molde sobre dos placas superpuestas.
2.- Tamizar conjuntamente la harina, el cacao y la levadura, Reservar esta mezcla.
3.- En un cazo pequeño, poner a hervir unos 250 ml de agua, y cuando rompa a hervir, añadir los albaricoques, esperar a que vuelva a hervir el agua y retirar del fuego. Dejar los albaricoques en infusión un par de minutos para que se hidraten bien. Escurrirlos y secarlos en un papel de cocina.
180 g de harina
40 g de cacao en polvo parcialmente desgrasado
1/2 cucharadita de levadura química
125 g de albaricoques secas esopnjosos y tiernos, cortados en pequeños trocitos.
165 g de azúcar (1)
140 g de pasta de almendra cortado en pequeños trocitos (1)
4 huevos grandes a temperatura ambiente
150 ml de leche entera a temperatura ambiente
70 g de chocolate negro amargo cortado en trocitos pequeños
55 g de jengibre confitados
180 g de mantequilla fundida y enfriada (2)
1.- Precalentar el horno a 180º.
Untar un molde de tarta de 28 cm de longitud y colocarlo sobre una placa de repostería gruesa, y si no disponemos de ella, colocar el molde sobre dos placas superpuestas.
2.- Tamizar conjuntamente la harina, el cacao y la levadura, Reservar esta mezcla.
3.- En un cazo pequeño, poner a hervir unos 250 ml de agua, y cuando rompa a hervir, añadir los albaricoques, esperar a que vuelva a hervir el agua y retirar del fuego. Dejar los albaricoques en infusión un par de minutos para que se hidraten bien. Escurrirlos y secarlos en un papel de cocina.
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4.- Poner la pasta de almendra y el azúcar en una trituradora (Yo he usado 280 g mazapan del 50% y 20 g de azúcar) . Poner una velocidad nmedia hasta que la pasta y el azúcar se mezclen bien y tomen una forma granulosa.
Añadir los huevos de uno en uno y mezclarlos un par de minutos cada huevo. Nos quedará un compuesto semejante a una mayonesa ligerita.
Pasar la mezcla anterior a la amasadora, o si se hace a mano, pasarlo a un bol y usar unas varillas. En la amasadora, poner una velocidad rápida y batir unos 10 minutos hasta que se forme una emulsión y veamos que el batidor forma surcos en la masa.
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5.- Bajar la velocidad y añadir la leche, poco a poco. Batir hasta que se una al compuesto anterior. Con una cuchara y despacito, ir añadiendo el conjunto de la harina, el cacao y la levadura. Seguir batiendo lentamente hasta que se homogenice todo.
Retirar el cuenco de la amasadora, y usar unas varillas o una espátula.
Incorporar con cuidalo los albaricoques troceados, los trocitos de chocolate y el jengibre picado y por último, incorporar delicadamente la mantequilla fundida.
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6.- Pasar la masa al molde y alisarla un poco. Hornear sobre 45 minutos, dependiendo del horno, y de la forma del molde, confirmando con una aguja que el pastél está completamente hecho.
Si vemos que se está prolongando la cocción demasiado tiempo, proteger la superficie del pastel con un papel de aluminio, con lo que evitaremos que se queme.
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7.- Sacar el pastel del horno, dejarlo enfriar 10 minutos antes de desmoldearlo y dejarlo enfriar completamente sobre una rejilla.
En un recipiente hermético o envuelto en film alimentario se conserva tierno 5 días.
Se puede congelar durante un mes.
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(1) En lugar de pasta de almendras y azúcar, he usado 280 g de mazapán del 50% y 20 g de azúcar. La composición es la misma.
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(2) Como no puedo usar mantequilla por cuestiones dietéticas, he puesto 140 g de aceite de girasol en el paso 4, después de añadir los huevos. Se forma la emulsión igualmente, y se prosigue de la misma forma.
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Queda un bizcocho esponjoso, aromático y suave, con una textura "humedecida" por el chocolate que hemos añadido en pequeños trocitos y que se ha fundido, y en la fotos puede verse que deja unos evidentes agujeros donde ha estado sólido.
Las combinaciones de sabor propuestas por Hermé, de albaricoques secos y jengibre confitado es propia del maestro genial que es, maravillosa y buenísima. ¡ Una receta fabulosa de un genio de la pastelería, Pierre Hermé!
La receta la he conseguido en el blog "Palais des Delices"
http://palaisdesdelices.canalblog.com/
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo contigo, es el mejor pastel de chocolate que he tomado!!
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